Práctica perfecta
Pasé por una librería y el título de un libro me detuvo en seco. Se titulaba "Uno sin sueños, uno que solo sueña, uno que logra sueños". Me atrajo más el título que el contenido. Pensé lo siguiente. "¿Quién soy yo? ¿Adónde me llevan mis sueños?"
Para que una persona logre su sueño, debe encontrar algo importante.
Primero, necesitas saber lo que te gusta. En segundo lugar, necesita saber en qué es bueno. La forma de descubrir estas cosas es a través de una pasantía de encuentro y aprendizaje de alguien con fe.
Los precursores que estaban en la línea donde fluía el Evangelio recibieron bendiciones y respuestas de la época. La transmisión de esta corriente hoy se llama pasantía.
Dios le prometió a Abraham que todas las naciones serían bendecidas a través de él. Y tal como Dios había dicho, Abraham recibió esa respuesta. A través del incidente del carnero en el Monte Moriah, el hijo de Abraham, Isaac, también quedó completamente impresionado con esa respuesta.
Abraham ya sabía por la Palabra de Dios que Isaac se convertiría en un precursor de la evangelización mundial. Con el tiempo, tal como lo había sabido Abraham, Isaac se situó en esa línea de evangelización mundial. Como resultado, Isaac no tuvo más remedio que recibir cien años de respuestas en solo un año de agricultura. Además, Isaac recibió la principal fuente de agua dulce. Así, a través de la economía de luz dada por Dios, Isaac disfrutó de la bendición de las misiones mundiales.
Desde el momento en que escapes de tus pensamientos y te aferres adecuadamente a la Palabra, emergerá la respuesta de cien años que recibió Isaac. Al aferrarse inmediatamente al pacto de la iglesia, surgirá la respuesta de mil años que Abraham disfrutó. Y, si se coloca correctamente en la línea del evangelismo y las misiones, indudablemente llegarán respuestas eternas. ¡¡Ustedes son el pueblo de Dios, que estarán en las filas de este pacto !! Oro por ti con amor. 09/04/2021
Comments
Post a Comment