En ese lugar y ese horario

 La vida del general Douglas MacArthur, quien llevó a las Fuerzas Aliadas a la victoria en la Segunda Guerra Mundial y comandante de las fuerzas de la ONU en la Guerra de Corea, no se avergonzó de sí mismo ni de su historia, y cumplió con todas sus responsabilidades. Fue un hombre de grandes logros al participar en todas las guerras. En repetidas ocasiones fue llamado y destituido de su cargo mientras estaba junto a muchos presidentes como Hoover, Roosevelt y Truman.


Después de ocupar la isla de Leyte en Filipinas durante la Segunda Guerra Mundial, MacArthur dijo: "Estoy de nuevo en la tierra de Filipinas por la gracia de Dios". En el intento de recibir el Instrumento de Rendición Japonés, un diputado del Emperador Hirohito intentó leer el documento que se iba a firmar. El general Richard Sutherland, que estaba presente, dio instrucciones estrictas: "Muéstreles sólo dónde firmar". Este logro histórico fue notable para recordar durante la Guerra de Corea.


En una entrevista con un periódico, la respuesta de MacArthur a la pregunta "¿Puede explicar su éxito?" fue, "Creo que fue la misión de Dios para mí". El 19 de abril de 1951, cuando se retiró, dijo: "Los viejos soldados nunca mueren; simplemente se desvanecen". Estas palabras fueron su última lealtad a su país.


Dios les dijo a los levitas que fueran responsables de la espiritualidad de los creyentes. Dios dijo que era Su voluntad sanar, levantar a las personas para que fueran la cumbre espiritual y hacer discípulos a todas las personas.

Cuando Dios te llamó y te apartó como levita, no fue una carga. Fue la promesa o garantía de Dios para salvarlo. En otras palabras, fue una bendición de Dios colocarlo en una posición para recibir fuerza. Y al hacerlo, puede transmitir esa fuerza a los demás y dar respuestas al mundo.


Los oficiales de la iglesia deben aferrarse a la misión de sanar y llegar a la cumbre para salvar a las 237 naciones. El pueblo de Dios solo necesita aferrarse a las bendiciones del trono del cielo. Es restaurar y ganar fuerza a través de la adoración y el cumplimiento de responsabilidades espirituales.


Todos los ministros, líderes de la iglesia y los Remanentes deben aferrarse al pacto. Es necesario establecer la misión de 237 países, sanar y llegar a la cumbre. Confirma el valor de dar tu vida a través del ministerio y tu trabajo. Cree un sistema que pueda seguir funcionando las 24 horas del día.


Debes estar en el flujo de la evangelización, en el horario y lugar donde Dios obra. ¡¡Ustedes son el pueblo de Dios, que se aferrarán a este pacto y cumplirán su misión hoy !! Oro por ti con amor. 17/6/2021

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